Observando y analizando durante todo nuestro recorrido, hemos visto que no sólo es un rollo para los peques el hecho de que la fiesta no tenga nada pensado para ellos, también es un rollo para las mamas y los papas! Como bien hemos dicho, no deja de ser un día pensado para adultos, y la tranquilidad de disfrutar del vermut sin necesidad de estar pendiente del pequeñín o la pequeñina, el poder estar en la mesa cenando sin preocupación, el poder hablar tranquilamente con todos y todas las invitadas e invitados y disfrutar relajadamente de la discoteca, son cosas que se valoran. Es por eso que nosotros también hemos diseñado packs específicos para que un día tan especial, como es la celebración de una boda, todo salga a pedir de boca!

Sabemos que una boda no es un visto y no visto, sabemos que no es una breve quedada y todo el mundo a sus casas. La boda siempre es una celebración que tiene una durada aproximada de medio día. Obviando la parte de la iglesia o el juzgado, en la que no pinta absolutamente nada un animador o animadora más que para gastar alguna broma a los invitados e invitadas, creemos que el mejor momento para aparecer es en el aperitivo. Allí es cuando la mayoría de nuestros peques ya están saturados de protocolo y empiezan a querer jugar, empiezan a querer ir para arriba y para abajo y están un poco nerviosos. Por norma general, en una boda las edades de los peques son variadas. Tal y como hacemos en celebraciones en las que nos encontramos con edades dispares, siempre intentamos enfocar la animación hacia los niños y niñas más mayores. Por qué? Pues porque en general, si hay chicos y chicas ya con 10 años, y planteas una animación infantil, a los mayores les perderás por el camino. En cambio, si haces una animación orientada a los mayores, y hay algún peque de 5-6-7 añitos, este se unirá al ver a sus familiares mayores jugar. En resumen, es mucho más sencillo atrapar a un peque en un juego un poco más adulto (tenemos la ayuda de los mayores para vigilarlo y jugar con el) que atrapar a un mayor con un cantajuego infantil (sólo disfrutaría el peque). No obstante, siempre intentamos colar el cantajuego también por en medio para que el peque se sienta cómodo.